Querida hija, probablemente ya te diste cuenta de que prefiero las rutinas y estructuras, y parece que tengo miedo de probar nuevas cosas. Así que, si continuamos yendo al mismo restaurante, es porque me siento tonto yendo a nuevos lugares y no teniendo ni idea de qué hay en el menú y de si la comida me gustará.
Tenía más de diez años de no escribir un poema pero por alguna razón esta fue la única forma en la que pude decirlo:
Un asilo de ancianos cerca de mi casa organiza cada año una visita al mercado navideño. Para llevar a la mayor cantidad posible de abuelitos, necesitan tantos voluntarios como sea posible. Esta última vez,
Creo que algo no estoy haciendo bien porque no dejo de escribirte y tú todavía no tienes ni mamá, ni fecha de nacimiento, y mucho menos una personalidad. No sé cómo
Si vives lo suficiente, te darás cuenta de que es imposible vivir sin que alguien a quien amamos nos haga daño. Es una parte inevitable de la vida, tan real como el hecho de que las personas que un día nos hicieron inmensamente felices, cualquier otro día pueden destrozarnos.
En un mundo hiperconectado donde todos quieren ser vistos, hemos dejado de prestar atención a quienes realmente importan y aportan algo positivo a nuestra vida.
La naturaleza te quiere matar. Puede parecer una exageración, incluso suena a blasfemia, si consideramos la reacción que recibí hace unos días cuando se lo dije a alguien. Pero no, no es una declaración errónea: la naturaleza nunca ha sido nuestra amiga, y probablemente nunca lo será.
tanielgarcia · No querré vivir, no querré salir Si mañana la luz se apaga Y las velas llegan a su fin Si los colores ya no relumbran Y la primavera ya no llegara Si las maravillas se las robaron Y los poemas ya no se escriben Si olvidamos que menos es más Y que lo que importa solo es lo que das
tanielgarcia · Pero no te encontré En las clases de yoga de las mañanas, Por donde tu silueta en las noches caminaba, Cerca de la estación donde sonaba nuestra canción, En el mercado de tus verduras favoritas. Con los pajaritos que a tu ventana llegaban Y en las cartas que tus huellas aún guardaban. Te busqué por todas partes, Por Berlín, por el parque, por senderos sin recorrer, Pero no te encontré. Te busqué en cada lugar, Por Antigua, por el mar, por el fuego del ayer, Pero no te… Read More
La semana pasada fui a patinar sobre hielo. En Guatemala no hay nieve y mucho menos pistas de hielo, así que esta fue mi primera vez patinando. Y mientras todos se divertían, reían y platicaban, yo solo intenté no caerme mientras daba un pasito tras otro. Afortunadamente, tenía a la maestra más paciente del mundo y eso hizo las cosas más fáciles y después de 2 horas de clases, al menos ya podía moverme, lentamente, pero ya podía.